
Dada la gran cantidad de asistentes hubo que organizar una liguilla con cinco equipos. Al final, hubo un conjunto que ganó más partidos que los otros pero no hemos conseguido saber quién fue. Unos dicen que el B, otros el D, en todo caso... ¡qué más da! A, B, C, D o E, lo importante es que todos disfrutamos y no fue necesario usar el equipo de respiración asistida:

Tan sólo hubo que lamenta una lesión, y precisamente tuvo que ser el Presidente del Club quien la sufrió... ¡vaya, vaya!
Este lesionado sigue convencido de que recibió una pedrada (¿?) y nos señalaba el punto del impacto. Anduvo buscando a quien le apedreó durante un buen rato.
Mal cariz tienen estas pedradas en el gemelo; yo apuesto por una semana de inmovilización y un mes posterior de muletas.
Después, ya en el Club, los participantes repusieron líquidos (y sólidos), especialmente los prebenjamines. Desde aquí queremos dar las gracias a las madres que se ocuparon de organizar el aperitivo y de entretener a los más pequeños mientras los mayores y medianos disfrutaban de la jornada de fútbol.



Hasta otra.
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